Se va acabando la luz pero no del todo. Atardeció nuboso y temprano. Aprecio las variaciones climáticas y de horarios como gustos de helado. Saboreando el frío húmedo de hoy antes del regreso a casa voy viendo con placer esta calle sin árboles. Ni uno. ¡Qué el Gobierno la conserve por siempre así! Vean que bella se ve. Todas las casas muestran sus fachadas y lucen sus puertas y balcones al desnudo, hasta el final... No importa si son bonitas o feas, son geometría pura. Sin la falsa modestia de un vereda sombreada y cubierta; se muestra orgullosa e impúdica como una calle del Centro que se precie, sin capa de ramas para taparla, irremediablemente...
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