viernes, 10 de junio de 2016

PERÚ (a media cuadra de Florida)

Anochecer de viernes. Un momento de enajenación y deleite. A la hora hora pico muchas personas se movilizan en Montserrat. El número cero de la calle Florida queda en el Barrio, a media cuadra de Av, de Mayo. En esta esquina se agolpan peatones esperando ordenadamente el cambio de color de unas pequeñas lámparas que determinan un lapso, hasta volver a cambiar. Cuando esto ocurra se detendrán los automóviles y las personas se pondrán en movimiento, masivamente, sin necesidad de palabras. Sucede a intervalos de tiempo iguales. Muchos de los caminantes van a sus casas. 








Otros, en general los más jóvenes, aprovechan un lapso diferente: la hora feliz, así lo llaman los anglófonos, inventores del término happy hour. Otro tipo de lapso, más relajado y largo, también con luces coloridas. Cuando la risa y el alcohol se mezclan para ahondar amistades, comenzar romances o alejar al tedio de la semana, el que se produce por hacer lo que hacen, trabajar sin más motivo que ese sueldo.


No había nadie en el Patio de La Manzana
Y se entiende porque hoy hace mucho frío.

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